Es triste ver como en nuestro Pueblo sobretodo los fines de semana se hace culto por parte de jóvenes, incluso niños y niñas de 13 años a esta fatal modalidad de ocio, los vemos y a muchos los conocemos y a sus padres también.
Ignoro si la sociedad progresista de la que hacemos gala debe hacer algo al respecto o simplemente dejar que nuestros jóvenes hagan lo que desean pues esto para algunos padres es querer a sus hijos.
Fácil es procrear y difícil educar.
Los jóvenes son personas que por su falta de formación, experiencia y otras cualidades que se desarrollan con el tiempo en todo ser humano, están expuestos a muchos peligros y los que quieren hacerles daño lo saben bien, es por ello que los padres y poderes públicos se pongan las pilas para intentar preservarlos de estos peligros y hacerles ver otros caminos mas productivos para su formación.
Formar bien a nuestros jóvenes es abrirles puertas para su futuro, cuestión irrenunciable para los padres.
* Las asociaciones de padres y madres de los centros educativos deberían organizar charlas con los padres para concienciarlos e informarlos.
* Los padres deberían extremar el seguimiento de las actividades de sus hijos/as menores fuera de casa.
* El Ayuntamiento debería vigilar e informar a los padres de los menores que fuman porros y beben alcohol en la calle, incluso en establecimientos públicos, creando un departamento para la formación de la juventud como prevención y corrección, además de ayuda y apoyo a las familias.
Si no cuidamos a nuestros jóvenes iremos sin remedio a una sociedad decadente, pues ellos son nuestro relevo y nuestro futuro.
No es normal que un chico o chica menor pase las noches del fin de semana fuera de su casa sin el control de los padres.
No es normal que cada día los jóvenes se inicien en las drogas con menos edad.
No es normal que se den mas de 4 pastillas del día después en nuestro Centro de Salud los fines de semana a niñas de 13 y 14 años sin informar a los padres.
No es normal que insulten incluso peguen a sus profesores.
No es normal que los profesores/as tengan miedo de reprender a los alumnos cuando no se portan bien.
No es normal que padres arremetan contra los profesores/as porque a su hijo/a no se le puede castigar por mal comportamiento, por mal ejemplo o por no dejar que la clase discurra con normalidad.
No es normal que algunos, bastantes padres dejen hacer lo que quieran a sus hijos/as porque eso para ellos es quererlos mucho.
No es normal que algunos padres reivindiquen solo los derechos de sus hijos/as y no les inculquen con firmeza sus obligaciones.
No es normal tantas cosas que ocurren a diario con nuestros jóvenes, y como ocurren a diario, nos estamos acostumbrando a verlas como normales.
El estado quita la tutela a los padres que maltratan o abandonan a sus hijos, pero también existe un tipo de abandono que es no educarlos, dejar que se críen como el romero en el monte, por ello también el Estado debería contemplar esta faceta y poder en casos concretos reeducar a los padres y a sus hijos/as.
Hay muchas cosas que mejorar en nuestra democracia y una de ellas es esta: ponemos a la misma altura al maestro y al aprendiz? O ponemos al maestro por encima del aprendiz?, lo que nunca debe ser es poner al aprendiz por encima del Maestro como pasa ahora, y si no me creen miren los resultados.
Padres, nuestros hijos o hijas menores nunca nos van a decir lo que han hecho los fines de semana cuando llegan a las 8 de la mañana.
Ignoro si la sociedad progresista de la que hacemos gala debe hacer algo al respecto o simplemente dejar que nuestros jóvenes hagan lo que desean pues esto para algunos padres es querer a sus hijos.
Fácil es procrear y difícil educar.
Los jóvenes son personas que por su falta de formación, experiencia y otras cualidades que se desarrollan con el tiempo en todo ser humano, están expuestos a muchos peligros y los que quieren hacerles daño lo saben bien, es por ello que los padres y poderes públicos se pongan las pilas para intentar preservarlos de estos peligros y hacerles ver otros caminos mas productivos para su formación.
Formar bien a nuestros jóvenes es abrirles puertas para su futuro, cuestión irrenunciable para los padres.
* Las asociaciones de padres y madres de los centros educativos deberían organizar charlas con los padres para concienciarlos e informarlos.
* Los padres deberían extremar el seguimiento de las actividades de sus hijos/as menores fuera de casa.
* El Ayuntamiento debería vigilar e informar a los padres de los menores que fuman porros y beben alcohol en la calle, incluso en establecimientos públicos, creando un departamento para la formación de la juventud como prevención y corrección, además de ayuda y apoyo a las familias.
Si no cuidamos a nuestros jóvenes iremos sin remedio a una sociedad decadente, pues ellos son nuestro relevo y nuestro futuro.
No es normal que un chico o chica menor pase las noches del fin de semana fuera de su casa sin el control de los padres.
No es normal que cada día los jóvenes se inicien en las drogas con menos edad.
No es normal que se den mas de 4 pastillas del día después en nuestro Centro de Salud los fines de semana a niñas de 13 y 14 años sin informar a los padres.
No es normal que insulten incluso peguen a sus profesores.
No es normal que los profesores/as tengan miedo de reprender a los alumnos cuando no se portan bien.
No es normal que padres arremetan contra los profesores/as porque a su hijo/a no se le puede castigar por mal comportamiento, por mal ejemplo o por no dejar que la clase discurra con normalidad.
No es normal que algunos, bastantes padres dejen hacer lo que quieran a sus hijos/as porque eso para ellos es quererlos mucho.
No es normal que algunos padres reivindiquen solo los derechos de sus hijos/as y no les inculquen con firmeza sus obligaciones.
No es normal tantas cosas que ocurren a diario con nuestros jóvenes, y como ocurren a diario, nos estamos acostumbrando a verlas como normales.
El estado quita la tutela a los padres que maltratan o abandonan a sus hijos, pero también existe un tipo de abandono que es no educarlos, dejar que se críen como el romero en el monte, por ello también el Estado debería contemplar esta faceta y poder en casos concretos reeducar a los padres y a sus hijos/as.
Hay muchas cosas que mejorar en nuestra democracia y una de ellas es esta: ponemos a la misma altura al maestro y al aprendiz? O ponemos al maestro por encima del aprendiz?, lo que nunca debe ser es poner al aprendiz por encima del Maestro como pasa ahora, y si no me creen miren los resultados.
Padres, nuestros hijos o hijas menores nunca nos van a decir lo que han hecho los fines de semana cuando llegan a las 8 de la mañana.
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